
Marca Personal y pasión están muy relacionadas. Casi no puede existir la una sin la otra. Encontrar lo que nos gusta hacer es clave para trabajarla. Entonces ¿por qué nos cuesta tanto encontrar lo que nos gusta hacer?
A mí me dijeron que fuese a la universidad desde el minuto uno. Ya en el primer curso del instituto tenía claro que sería así. Sentía hambre de conocimiento científico. Sin embargo, por el camino conocí la música y me di cuenta de que tenía una buena capacidad para transmitir conocimiento. Pensé en hacer magisterio musical. En mi casa me lo prohibieron: los músicos se mueren de hambre. Craso error.
Tengo amigos que estudiaron música e incluso alguien es actriz. Doy fe de que estudiaron como burros, de que pasaron tiempos difíciles (desde el ministerio de cultura tampoco es que pusieran las cosas fáciles para que sus estudios fueran oficialmente titulaciones universitarias). He visto lo mucho que han luchado y siguen luchando para encontrar trabajo. Pero también veo su felicidad cada vez que hablan de sus alumnos, o de cómo conectaron con su público en tal obra de teatro. Son felices. No son millonarios al uso. Pero son felices. El precio de esa felicidad es la precariedad, tener como única certeza que no saben si van a llegar a final de mes. Sin embargo afrontan las dificultades con una actitud muy diferente de la de aquella persona que tiene un trabajo que no le gusta: positividad y grandes dosis de humor inteligente.
¿Qué tiene que ver esto con la Marca Personal?
La Marca Personal está muy relacionada con tu pasión, con aquello que te hace salir de casa cada día para afrontar todas las dificultades que se te pueden plantear a diario. Tienes que conseguir que tu pasión se convierta en tu trabajo. Aquello de esta carrera no da dinero ya no funciona. Vivimos en un mundo que cambia constantemente, un mundo que nos exige una capacidad de adaptación a veces rayana en la crueldad más descarnada.
Elegir entregar tu vida a algo que no te toca el corazón es un error. Porque si no te toca el corazón, te tocará los higadillos, y eso es muy desagradable.
¿Entonces, por dónde empezar? Para trabajar tu Marca Personal desde tu pasión, debes pensar en ti como en una empresa. Es vital que conozcas y tengas en cuenta tus valores. Esas serán tus herramientas para poder diferenciarte de la interminable competencia que estará a tu alrededor.
Es importante que reflexiones sobre el sector donde vas a moverte y que te plantees qué misión puedes llevar acabo. ¿Qué no se está haciendo que tú podrías ofrecer? No nos hacemos este planteamiento a la hora de planificar nuestro futuro profesional. Lo que hacemos es pensar en carreras “con futuro”. Sin embargo el futuro no puede medirse en carreras rentables o no porque las cosas cambian. Las modas vienen y van. Pero tu pasión siempre estará ahí.
La diferencia entre escoger lo que la sociedad cree que es “rentable” y asumir cuál es tu pasión para convertirla en un futuro rentable es que lo primero será, a priori, más sencillo. La sociedad está construida sobre esas bases. Ser filólogo no es rentable, pero los filólogos hacen falta (no hay más que echar un vistazo a lo mal que se escribe en los medios y lo mal que habla la gente). Ser actor no es una carrera rentable, pero la sociedad necesita de personas que nos hagan reflexionar, que nos diviertan, que nos instruyan. No todo el mundo puede ser una estrella Michelín, pero la gente tiene que comer de forma saludable… No sé, … se me ocurren tantos ejemplos.
Al final habrá un excedente de gente dedicándose a carreras rentables y será cada vez más difícil encontrar empleo. Ya se sabe que a mayor oferta, menores precios.
Si eliges tomar como camino tu pasión, prepárate a sufrir de lo lindo. Nadie te apoyará, serás un lunático, alguien sin futuro definido. Te enfrentarás a empleos que nada tienen que ver lo que te gusta para poder conseguir el que de verdad te llena. Cuando lo consigas, serás incapaz de describir tu felicidad.
Así que volviendo al título de este post, creo que nos cuesta tanto encontrar lo que nos gusta porque estamos demasiado condicionados por lo que se espera de nosotros que no escuchamos a nuestro corazón. Tenemos miedo de enfrentarnos a un camino que muy pocos transitan. Pensamos que no seremos fuertes a la hora de enfrentar adversidades.
Nos han educado para que busquemos la seguridad, la inmovilidad. Han conseguido que temamos a nuestros sueños y que no los tomemos en serio. Al final todos somos iguales, nadie se diferencia, no hay Marca Personal en lo que hacemos.
Si estas en esa tesitura de no saber qué hacer, te diré lo que yo haría de volver a verme en tu situación. Apostaría por mi sueño. Contra viento y marea. Pero ten en cuenta que soy una romántica.
Suerte con lo que elijas.