
Encontrar las claves de tu Marca Personal se parece mucho a verte en una isla desierta después de un naufragio. La situación es nueva, distinta a nada que hayas vivido hasta entonces. Normalmente partes de una crisis (despido, mal ambiente en el trabajo, poca motivación…) Pero es que somos así: no movemos el culo hasta que nuestro mundo queda patas arriba.
En el artículo anterior a este te contaba cómo me puse a inventariar mis recursos. Cogí la lista con las cosas que los demás me decían que yo sabía hacer mejor que nadie y empecé a analizarla. Debido a mi situación crítica, creía que muchas de ellas habían desaparecido y a causa de ello me veía en aquellas circunstancias. Sin embargo, descubrí que no sólo seguían allí, sino que eran la clave para salir adelante. Me estaba “redescubriendo”. Es curioso qué brutos podemos ser juzgándonos a nosotros mismos y qué diferente es la visión que los demás perciben sobre nuestra persona. Si hiciste el experimento que te explicaba el otro día, te habrás dado cuenta.
Como te explicaba, cogí aquella lista y clasifiqué sus resultados para luego cruzarlos con los míos, con mis conocimientos y con la clase de trabajo que quería realizar. No fui específica. Sólo describí qué quería que tuviera mi nuevo puesto. Me permití el lujo de soñar. Horario flexible, deslocalizado, aportar valor a mis clientes, divertirme… ¿Utopía? Bueno, al parecer en el resto de Europa se trabaja así. Muy irreal no debe de ser.
Poco a poco fue surgiendo no sólo lo que quería hacer, sino además aquello que encajaba con mis conocimientos, experiencia, habilidades y aptitudes. La verdad que fue un proceso sorprendente. Dediqué muchas horas, en concreto semanas. Pero el resultado mereció la pena. Acababa de “reinventarme”. Así que cuando lo tuve claro, fijé mi objetivo: ahí quería llegar. Ahora sólo era cuestión de echar a andar.
“Cuando estas construyendo tu Marca Personal no debes seguir a la masa”
Pero como como si de una película se tratase, el prota (que partía de una situación crítica) inicia su camino y se mete en problemas. Estas leyendo bien. Estoy admitiendo que cometí un error. Me dejé llevar por el ambiente. Eso es lo que ocurre cuando te sientes optimista. Nada puede contigo. Todo lo haces bien. Pues yo metí la pata.
Hace dos años vivíamos una burbuja emprendedora. Había cursos por todas partes. Jornadas, simposiums, charlas, lanzaderas, startups… Vivíamos un festival del emprendimiento. Y yo caí en ello.
Quería crear mi propio puesto de trabajo: autoempleo. Hice un curso sobre emprendimiento. Me pidieron cosas que no encajaban con el enfoque que yo deseaba darle. Pero me empeñé en seguir sus directrices, porque para algo estaban de tutores y era gente con experiencia. Si ellos insistían, yo era la que debía estar equivocada.
Fracasé estrepitosamente.
¿Fue una pérdida de tiempo? Hombre, dediqué varios meses a ese curso y luego otros tantos a ponerlo en práctica. Sin embargo no considero que perdiese el tiempo. Conocí a mucha gente. Aprendí muchas cosas técnicas (y humanas, no desdeñemos nunca la parte humana). Pero la lección fundamental para mí fue (y esto es impepinable cuando estás construyendo tu Marca Personal) que no debes seguir a la masa. Sigue tu instinto pero usando herramientas que te chequeen esas ideas para ponerte sobre el buen camino. Una de esas herramientas la conocí en aquel curso de creación de empresas: el Modelo Canvas.
A mí el Canvas me lo explicaron para aplicarlo a la creación de una empresa. Yo me lo apliqué a mí misma. Al fin y al cabo ¿no soy una empresa? ¿No soy Yo S.A.? (este término se lo oí decir a Andrés Pérez, un experto en Marca Personal al que te recomiendo leer). Por tanto, procedí a aplicarme el modelo Canvas:
- Estructura de Costes. Aquí es donde van todos tus costes. Todo aquello que necesitas para relacionarte, mostrar tu trabajo, llegar a quienes te interesan, formarte en aquello que precises…
- Fuentes de Ingresos. Como su nombre indica, todos tus ingresos
- Socios Clave. Todos conocemos a gente en círculos en los que nos pueden introducir. Gente que puede presentarnos como profesionales en aquello en lo que queremos destacar (allí donde queremos posicionar nuestra Marca Personal). Al principio esta lista es pequeña. Muy pequeña. Pero a medida que te vas relacionando, va creciendo. Es importante mantenerla actualizada
- Actividades Clave. No sólo las relacionadas con darte a conocer, sino también con adquirir nuevos conocimientos que podrían hacerte falta. Desde asistir a networkings, charlas, cursos, ponencias, afterworks, grupos de trabajo, deportes, hasta bloguear, escribir e-books, difundir tu contenido en redes sociales… Como ves, no se refiere a un solo ámbito (online u offline) sino que tiene en cuenta los dos. En qué medida trabajes cada uno de ellos dependerá de tus objetivos
- Recursos Clave. Tanto personales como materiales. Qué recursos tienes para poder llegar a donde quieres ir, o conseguir aquello con lo que estás soñando
- Propuesta de Valor. Qué haces, qué ofreces de forma diferenciada. ¿Por qué habría que llamarte a ti y no a otro para ese tema?
- Relaciones con Contactos. Describe cómo vas a relacionarte con los nuevos contactos que vayas a ir haciendo. Cuando obtienes un nuevo contacto no se trata de apuntar sus datos y ya te mandaré el CV. Hay que relacionarse con ellos. ¿Vas a invitar a alguien a comer? ¿a jugar al pádel? ¿a asistir a un evento?… Yo en mi caso, tengo por costumbre reunirme cada 15 días con aquellos contactos que más proyección pueden darme. Un café, una consulta profesional, una comida, un detalle en su cumpleaños… CRM (Contacts, en lugar de Customers, Relationship Management como lo digo yo)
- Canales. Qué canales vas a usar para llegar a nuevos contactos: ¿teléfono?¿redes sociales tipo Linkedin?¿grupos de trabajo presenciales?¿asociaciones de jóvenes empresarios?¿correo electrónico? ¿todos los anteriores?¿sólo algunos?¿otros?
- Segmentos de Contactos. Debes elegir qué tipo de contactos quieres hacer. A qué nivel quieres moverte, dónde quieres ser visible. A quién le puede ser de ayuda lo que tú haces. Quién puede necesitarte: ¿departamento de Recursos Humanos?¿administración?¿dirección?¿finanzas?…
Una vez que tuve listo mi Canvas, me puse a trabajar en él. Fijé mis objetivos en el corto (de uno a tres meses), medio (de tres meses a un año) y largo plazo (a más de un año vista). Y ya está. A trabajar como una posesa. En líneas generales procuro hacer todo esto:
- Cada mes intento formarme en una materia concreta, ahondar mis conocimientos en ella. Ya puede ser mediante un seminario o comprando un libro. Dedico tiempo todas las semanas a ello
- Procuro mantener actualizado mi blog en la medida de mis posibilidades. Esto ayuda a que otras personas vean mi trabajo. Yo uso un blog y redes sociales. Sin embargo en tu caso podría ser diferente. Aun así, no rechaces apoyarte en las redes sociales para llegar a más gente. Pero tampoco te obsesiones
- Me relaciono online y offline con aquellas personas que podrían estar interesadas en mis servicios. Ojo, esto no es mandar información comercial de manera constante. No, rotundo. Yo me relaciono. Trato de darme a conocer. Me intereso de verdad por lo que hacen los demás. Río con ellos. Me indigno con ellos. Comentamos, hablamos, debatimos y, cuando es posible, quedo con ellos… Lo importante es que sepan qué hago y en el momento en el que necesiten algo que yo sepa hacer, que me tengan en su cabeza a la hora de buscar
- Asisto a todos los saraos que puedo: charlas, networkings, afterworks… Merece la pena pagar por ellos. Yo intento ir siempre con alguien que conozca para poder romper el hielo con más facilidad. Aquí cada uno que aplique su truco. Mi recomendación, no quedarse en la mesa del café, al final no te relacionas con nadie
Pero evidentemente, los objetivos a corto, medio y largo plazo son todos diferentes y deben estudiarse qué acciones vamos a llevar a cabo para cada objetivo (pero de eso ya te hablaré más adelante). En líneas generales así es cómo yo he ido trabajando mi marca personal, con tiempo y mucho esfuerzo. Esa es la idea que quiero que te quede clara desde el principio: tiempo y esfuerzo.
Aquí nadie te va a regalar nada. Pero tienes mucho que ganar al final del camino.