Muchas veces me han hecho esa pregunta y ha quedado en el aire como una razón para no usarlo. No son poco los profesionales que consideran que Twitter no les aporta ningún valor. Como tampoco tienen claro para qué sirve, no le dedican tiempo para “jugar” con él y descubrirlo.
A modo de resumen introductorio, Twitter surgió originalmente como una forma de mantener informado a un pequeño grupo de personas sobre las cosas que estabas haciendo mediante SMS (¡qué cosas!). En sus inicios era de uso interno para Odeo Inc. (la empresa donde trabajaban las cabezas pensantes del proyecto). Aquello fue evolucionando con los años, se hizo accesible vía web y acabó convirtiéndose en lo que hoy es.
Con Twitter se pueden enviar mensajes de 140 caracteres de forma rápida, fácil y barata. ¿Pero qué pasa si no quiero que los demás vean un mensaje? Tan sencillo como acordarse de colocar “DM” antes del destinatario (Direct Message) tal que así “DM @fulanito…” de tal guisa que sólo @fulanito podrá leer el mensaje.
Bueno, pero mantener conversaciones de esa manera… vaya lío ¿no? Da la sensación de entrar en un bar y estar oyendo decenas de conversaciones pero sin ser capaz de escuchar qué se está diciendo. Para identificar conversaciones se usa el “hashtag” (#). Colocando #ejemplo localizamos la conversación que nos interesa, es decir, localizamos en ese bar nuestro grupo y nos acercamos a escuchar, conocer y aportar.
Como en la vida real, en Twitter podemos conocer gente interesante, personas que dominan un tema que nos gusta, nos preocupa o sobre el que queremos aprender. Podemos encontrar a nuestros amigos y contactos profesionales. En ese caso los podemos seguir (hacer el famoso “follow”). De esa manera podremos ver en nuestro “timeline” las actualizaciones o publicaciones que hagan.
Hasta aquí qué es Twitter a grosso modo y cómo funciona. Ahora veremos qué sentido profesional tiene usarlo.
Si de pronto necesito información sobre un tema, basta con que busque #temadeinteres o #palabraclave y tendré automáticamente una lista de todos los comentarios sobre un determinado tema. Ojo, no sólo la información sino además la opinión de la gente al respecto e incluso podré averiguar quién es el experto. De esa forma podremos aclarar rápidamente el tema de interés, qué fuentes nos pueden ayudar a aprender, quién puede ser un buen contacto para futuros negocios, identificar clientes potenciales, en suma, podremos estar al día.
En mi opinión, lo que creo que aporta más valor es su capacidad para informarnos sobre qué hacen los demás en tu sector de interés, cuáles son las novedades, qué hace tu competencia, qué ambiente se respira entre tus consumidores. Es, sin duda, una excelente herramienta de vigilancia tecnológica (otro tema es archivar esa información y procesarla para que tenga valor en la organización, pero a nivel personal aporta mucho). Te permite hallar clientes, proveedores, crear sinergias y todo ello sin tener que desplazarte a ningún sitio y mientras estas esperando en la cola del súper, del banco, en la máquina del café o a que te reciban en una visita. Tú eliges sobre qué quieres estar informado sin necesidad de tener que comprar información que no te interesa. Es decir: optimizas tiempos, ahorras costes.
Aún así, Twitter no sólo sirve para escuchar sino también para hablar y construir. Es una excelente forma de darte a conocer como profesional. Si consideras que dominas sobre un tema, puedes aprovechar la plataforma para darte a conocer como experto. Si encuentras algo realmente interesante, una herramienta, una noticia importante para tu sector, puedes compartirla. Es una forma de dar coherencia a tu CV, mostrando que realmente posees los conocimientos e inquietudes que en él reflejas. Participar aportando valor te permite posicionarte como una persona accesible y constructiva. Ello te aportará exposición, llegarás a más gente y se abrirán nuevas vías de colaboración.
Sin embargo, uno de los usos que la gente hace de Twitter y que más me gusta es cómo personas anónimas se organizan de forma repentina ante cualquier suceso. Los más recientes #tragediaSantiago o #incendioMallorca. Los mismos usuarios dan información inmediata sobre lo que está sucediendo, se organizan, colaboran… personas que no se conocen de nada aúnan esfuerzos para solucionar temas concretos.
Así pues, la pregunta de para qué sirve Twitter vemos que tiene muchas respuestas, pero podría resumirse en comunicar y conocer. Evidentemente, se comunicará y conocerá en función del perfil de cada uno. Pero básicamente se trataría de “leer el libro de los demás” (frente al autobombo), quedarte con lo que no conoces, aportar lo que otros no saben y generar conocimiento en esta aldea global para beneficio tanto propio como de todos.
Después de leer esto espero haberte contagiado la curiosidad necesaria como para abrirte tu perfil o retomarlo de nuevo en caso de que lo tuvieses abandonado. ¿Te animas?