
Después de algunos años ya era hora de recopilar mis manías y recursos a la hora de escribir posts molones. A ver si te sirven…
Pues sí, 4 años ya desde este post. Hoy me llegó aviso de unos enlaces rotos y al releerlo me ha dado cosilla. Ha sido como ver las primeras fotos de mi hija mayor. Porque un blog es lo que tiene. Con el tiempo se convierte en tu criatura. Tiene tus rasgos. Algo de tu personalidad. así que se entenderá perfectamente que haya querido hacerle una buena actualización.
El primer paso para escribir post molones
Parece obvio pero ese paso es tener claro qué quieres comunicar. La razón por la que muchas veces tenemos la página de Word en blanco y no hacemos más que borrar una y otra vez el primer párrafo es porque no sabemos porqué estamos escribiendo. Ya no es tanto una falta de ideas (que también) sino no tener claro el motivo/objetivo.
Técnicas para no quedarte sin ideas
- Guarda tus ideas. En la versión de 2014 ponía que usaba una libreta. En 2018 uso el móvil. Sí, ya se que antes afirmaba que era una romántica pero las libretas ahora son de mis hijas y las uso para entretenerlas. El móvil es “la oficina de mamá” y la oficina de mamá “no es un juguete”. Hasta ahora todos los móviles que he usado tenían la opción de bloc de notas. De cualquier manera hay varias formas de organizarse aquí:
- apunto las ideas en el bloc de notas del móvil y luego me voy al excel donde tengo el calendario editorial y miro de darles forma;
- instalo la app de One Drive y creo un word “Ideas para el blog” que luego puedo abrir desde el ordenador para darles forma con el calendario editorial;
- instalo la app de Evernote y desde allí procedo igual que en el punto anterior;
Mi favorita en este momento es la segunda. Google Drive lo he abandonado por problemas que me dio con la migración, que decía que no tenía espacio y lo había vaciado, pero el Drive erre que erre. Con One Drive incluso puedo ponerme a escribir un post directamente. Yo estoy encantadísima. Ya no necesito estar delante del ordenador para ponerme con los posts. Ni siquiera estar conectada. Sí, con Drive también podía pero la interfaz es fea de narices y ya estoy muy familiarizada con Office. La comodidad es un plus para ser productivo. De cualquier manera, no es tanto las herramientas como el concepto que trasciende de estas palabras. Cada esquema mental debe buscar su propia comodidad.
- Lee mucho (mejor en inglés), mira las tendencias y atrévete a compartir tus propias deducciones (eso sí, arguméntalas);
- Escucha a la gente, a tus colegas, a tus clientes. Saber qué les preocupa te hará acertar con temas que les interesa de verdad y ya te adelanto que tu sector a los clientes les toca un pie. Adapta tus contenidos a sus preocupaciones, a sus inquietudes, a sus aficiones. será por temas;
- Realiza acciones que te hagan desconectar. Va a sonar fatal en un año donde el feminismo lo va a petar (eso espero) pero a mi las mejores ideas se me han ocurrido… ¡fregando platos!. Es una actividad monótona, que se realiza en solitario, en la que la mente puede volar libre sin temor a atropellar a nadie y durante la que nadie te va a interrumpir. Bien mirado es una actividad “mindfulnes” total;
- En cuanto tengas una idea, cázala. Las ideas son unas puñeteras. Aparecen en los momentos más inoportunos. Pero aparecen, tenlo por seguro;
Ya tienes la idea para tu post molón ¿y ahora qué?
Una vez que ya nos hemos asegurado de que no volveremos a sentir miedo ante un Word en blanco hay que darle forma. Yo antes era una romántica y hacía el esquema en papel. Ahora anoto las ideas secundarias según se me ocurren a la idea principal y luego las voy ordenando, cortando y pegando en orden de importancia decreciente. El método sería el siguiente:
- Qué voy a decir y por qué. Este sería el título y el primer párrafo en negrita. Fundamental que tanto en uno como en otro salgan palabras clave que quieres trabajar. Pero si no salen tampoco fuerces la situación que Google no es tonto y se da cuenta. El título debe ser corto, mejor si llama a la polémica. Si se trata de una lista funcionan mejor los números impares que los pares y deben estar en cifras y no en letras. La entradilla debe dar pistas sobre lo que el lector se va a encontrar y ser ambiguo para mantener el interés. O puedes probar creando polémica. La cuestión es provocar la lectura. Como dice @SaraRiusT “un buen copy es no tener que decir nunca haz click aquí”
- Estructura/orden. La idea principal se subdivide en ideas más pequeñas. Ponlas en orden (de más a menos importantes) y ves desarrollándolas. Por ejemplo “quiero hablar de tal tema” y “quiero que la conclusión sea esta idea”. Luego trazas el camino ordenando los conceptos por importancia. Lo aderezas con tu estilo (humor, sencillez, anécdotas…) y ya está listo para pasar a corregir;
- Fuentes a citar. Tanto si se trata de una imagen como de un estudio o te haces eco de una noticia, debes citar de dónde has sacado la información. Es igual que cuando presentabas trabajos en el colegio, en el insti o en la uni: tenías que poner los libros que habías consultado o se te podía caer el pelo si te pillaban fusilando textos. Hoy día es muy, muy, muy sencillo saber si un texto es original o no. Así que asume las consecuencias de tu vaguería;
- Ejemplos que voy a poner. Si vas a poner ejemplos necesitas decir de dónde los has sacado, sacar pantallazos y editarlos para que se vean correctamente. Parece una tontería pero la gente suele pasar también de este tema;
- Contenidos audiovisuales que voy a usar. Tienes que pensar qué tipo de contenidos quieres que acompañen tu artículo ¿sólo imagen? ¿infografía? ¿vídeo? … En 2014 no me lo curraba demasiado, lo admito. Usaba Pixabay y Canva (tiene plantillas con las medidas adecuadas para cada red social). Señalar que ya ha subido a Android su versión para móviles. Aún teniendo limitaciones (la siguen mejorando) te saca de apuros concretos. Debo admitir que en iOS funciona muchísimo mejor. En estos momentos tiro más de Unsplash, creo que las fotos son más profesionales, pero bueno, son percepciones personales que no tienen porqué coincidir con la realidad…
Como iba diciendo, eso era en 2014. En 2018 el tema es más sofisticado. Tengo en cuenta todas las redes en las que tengo presencia y pienso que contenidos puedo crear para cada artículo. Cada red social funciona de una manera diferente. Por ejemplo, si el artículo se presta a ser resumido en una infografía me voy a Piktochart a crearla porque luego la usaré para subir a mi tablón corporativo de Pinterest y la difundiré por Twitter. Esta es una red social que da mucho tráfico a las webs y que casi nadie suele usar. En Facebook con la tontería del cambio de Edgerank he decidido crear unas presentaciones con música. Así allí queda un canal con mis posts resumidos en formato vídeo. Ese vídeo puedo descargarlo usando savefrom.net. La idea es que quede un vídeo de menos de un minuto que luego podré compartir en Instagram y subir a YouTube. De esa manera difundes el contenido (artículo del blog) por las redes sociales usando formatos que son consumidos por los usuarios.
Otras opciones en cuanto a vídeo serían grabar mientras explicas algo. Para ello uso una extensión de Chrome, Screencastify. Te permite grabar lo que haces en el ordenador y grabar audio. También se puede usar para esto Facebook Live desde el ordenador. Entras a tu página, en publicación eliges retransmisión en directo y la primera vez te pedirá descargar un widget para tu barra de Chrome (solo funciona si accedes con Chrome). Te permite cambiar de la cámara del ordenador a la pantalla del mismo seleccionando en todo momento qué parte de la pantalla quieres compartir. Te queda un vídeo que, de nuevo, puedes descargar y compartir por ejemplo en tu canal de YouTube.
El último paso que realizo es irme a Canva para hacer las fotos que voy a usar para compartir el post en redes sociales. Creo una distinta para Twitter y para Instagram. En Google uso la de Opengraph de Facebook (la vista previa que te ofrece Facebook cuando compartes un artículo y que el pluguin de Seo Yoast te permite añadir, retocar y más). He probado a publicar en Facebook foto adjuntando el enlace a la publicación y enlace directamente. Hasta el año pasado sí que he visto cierta diferencia en el alcance a favor de comparitr el post subiendo una imagen y añadiendo el enlace al final pero este, con la actualización, no la hay ya. El alcance es similar. Al menos en mi página.
Una vez tengo listas las fotos para compartir el post de la semana genero tres diferentes para hacer repost en Twitter. Debo señalar que no lo hago con todos los posts. Solo con aquellos que podrían considerarse “contenido siempre verde” (en el argot “evergreen content”) ¿Mola eh?
(Nota mental: al próximo que te ofrezca 15 euricos por escribirle artículos, mándale… este post).
Estas son mis manías cuando me enfrento al texto…
Porque soy muy maniática, no te lo pierdas. Pero creo que algunas manías son muy saludables:
- Seleccionar los dos primeros párrafos con el cursor y darle a suprimir. Tranquilidad. Si el texto perdiese el sentido sólo hay que darle a deshacer. Pero lo habitual es que tenga sentido. ¿Cómo es posible? Pues porque al empezar a escribir nos vamos por las ramas para luego aterrizar en el tema. Es como que el cerebro se pone a calentar hasta que arranca. Te pasa igual cuando hablas con los amigos. Das vueltas y vueltas hasta que atacas el tema que querías tocar;
- Leer el texto dos veces buscando faltas de ortografía, puntuación y frases inconexas. Luego le paso el corrector del Word. De la misma manera que no saldrías de casa con una mancha en la camisa ¿cómo vas a publicar algo con, aunque sea, una sola falta de ortografía? Ante la duda el RAE.
- No repetir la misma palabra en cinco líneas. Esto me lo enseñaron en EGB. Salvo que quieras usarlo como recurso literario (que se puede) lo normal es que uses un sinónimo. Si no te viene ninguno a la cabeza, aquí tienes la solución;
- Facilitar la lectura con palabras de no más de tres sílabas. Sí, yo también puse cara de “¿¿Cómorrrrllll??” Si lo piensas tiene su lógica. La gente cuando abre un enlace escanea. Los cerebros son vagos. Omitirán sin darte cuenta las palabras laaargas. Pónselo fácil. Tampoco te obsesiones con el tema, pero cuando repases el texto mira a ver si tienes muchas de ese estilo. Intenta decir lo mismo con un sinónimo o reescribe la frase. Un ejemplo de palabras de este tipo serían esos adverbios acabados en -mente (consecuentemente, razonablemente, inmediatamente, proporcionalmente…) Son como la sal. En exceso engordan el texto y en pequeñas cantidades realzan el contenido;
- Frases largas como un día sin pan. Localízalas. Trocéalas. Una frase tan larga acaba confundiendo al lector. A medida que avanza tiene que aumentar su concentración para no perder el hilo de la exposición. Al final acaba exhausto. Escribe como si le hablaras a un niño. Palabras sencillas, frases cortas;
- Usar los adjetivos de uno en uno. Tenemos la manía de colocar los adjetivos de dos en dos, como si fueran calcetines a punto de entrar en la lavadora ¿Tenemos miedo de que se pierdan? Si lo que escribes no es un texto literario, no los pongas por parejas. Alargas las frases de forma innecesaria;
Acabando que es gerundio…
El último paso es repasarlo un par de veces más. Siempre se escapa algo. Una coma, un acento, Una uve por una be (como están junticas en el teclado…), enlaces más escritos, fotos desconfiguradas… Repasar, repasar, repasar… Y ya. ¿A que te gustarían que le dedicaran tanto mimo a tu blog?